sábado, 25 de mayo de 2013

Cómo reparar un relieve/pieza de escayola

Ya he mencionado en varias ocasiones que este blog no sería lo mismo sin las aportaciones que hacen los compañeros. En este caso os traigo un paso a paso para reparar una escayola que nos ha confeccionado mi compañero Antonio Jordán, que sufrió un accidente con su trabajo y, como experto en esto de la escayola, ha querido compartir con todos nosotros el proceso de restauración que siguió. ¡ Muchas gracias por tu aportación amigo!:


En primer lugar debemos de analizar la pieza que vamos a reparar, ya que no todas las fracturas se arreglan de la misma manera.
En nuestro caso tenemos un relieve de dimensiones considerables, 50x40x8 cm aprox., con una fractura más o menos limpia que nos divide la pieza en dos, al romperse ni se astilló ni se desprendió ningún fragmento considerable, se modo que las dos mitades encajan muy bien entre sí.


Lo primero que haremos será sumergir en agua todas las partes hasta que la escayola se hidrate completamente y no admita más agua, es decir que no absorba agua. Este paso es muy importante que se haga antes de añadir escayola, realmente para estos primeros pasos no es imprescindible, pero tener la escayola húmeda nos ayudara a la hora de horadarla.
Observando el perfil de las mitades fracturadas vemos que tiene un grosor variable, no es uniforme, esto es importante, ahora veremos para qué.





Colocamos la parte más grande boca abajo, y marcamos a lo largo de la fractura distintos ''canales'' o surcos, que albergaran las varillas que nos servirán de estructura de unión, pero eso lo explicaremos después.
Como decíamos anteriormente, el grosor de la pieza en determinadas zonas nos servirá para ahondar más o menos los surcos en la pieza, ya que si hacemos los surcos poco profundos la parte superior ( el anverso de la pieza ) sería más débil y podría partirse, lo ideal es intentar llegar a la mitad del grosor de escayola que tenemos en cada zona que hagamos un surco.
Para esta operación la herramienta más idónea es un formol, con el que rasparemos a mano. para controlar mejor la fuerza y no romper nada mas de o necesario.


Una vez que tengamos la primera mitad hecha uniremos el resto de las piezas y prolongaremos los surcos, marcando el ancho y la profundidad de estos, pues es muy importante que tengan la misma profundidad, para que la estructura que introduzcamos quede correctamente nivelada.




Una vez que tengamos los surcos hechos en las dos mitades nos asegurándonos de que todas las piezas estén muy bien hidratadas, lo normal es que durante el tiempo que hemos trabajado con estas piezas hayan perdido humedad, por tanto es conveniente volverlas a sumergir un rato más. Cuando estemos seguros que las piezas que vamos a unir están bien hidratadas prepararemos un poco de escayola, y la aplicaremos en las zonas que vamos a unir, presionando fuertemente y asegurándolas con algún tipo de goma o cinta, para asegurarnos que no se mueven mientras fragua la escayola, por ello era importante que ambas piezas a unir estuviesen bien húmedas, porque de lo contrario absorberían el agua de esta nueva escayola y debilitarían la unión.


Una vez tengamos algo parecido a esta imagen verteremos un poco de escayola liquida en los surcos, e introduciremos una varilla metálica o alambre trenzado, es muy importante que la resistencia de la estructura que introduzcamos este acorde con la pieza que estamos reparando, ya que no es lo mismo una pieza pesada o un relieve de 20x20, por ello vuelvo a repetir que es necesario emplear una varilla con un grosor adecuado para cada trabajo, también es preferible que tenga una superficie rugosa o entrelazada, para que la escayola se adhiera mejor, como puede ser una varilla roscada o unos alambres trenzados, a ser posible
si se emplea hierro que este galvanizado, ya que de lo contrario con el paso del tiempo podrían aparecer marcas de óxido en la pieza.
Cuando hayamos colocado la varilla y nos aseguremos que no hay burbujas alrededor la cubriremos completamente y repetiremos este proceso con todos los surcos.
Dejaremos fraguar la escayola y una vez endurecida repasaremos las juntas con una espátula para igualar toda  parte trasera. No tengáis prisa a la hora de mover la pieza una vez reparada, es mejor dejarla reposar más tiempo que moverla pensando que ya está lista y que se nos rompa n las manos, echando por tierra todo el trabajo.
Ahora sí, cuando estamos COMPLETAMENTE SEGUROS DE QUE LA UNION ES RESISTENTE le daremos la vuelta y repasaremos toda la junta eliminando las rebabas y rellenando con escayola si ha quedado alguna fisura.



Antonio Jordán Sánchez